En una reciente y reveladora entrevista con Yordi Rosado, la legendaria actriz mexicana Ana Martín, un rostro imborrable de la televisión y un símbolo de la belleza, compartió aspectos poco conocidos de sus gustos personales. A sus 78 años, la artista demostró que la curiosidad y la apertura a nuevas experiencias no tienen edad, al confesar su inesperada afición por la música urbana actual, ¡incluyendo a Bad Bunny y Peso Pluma!
Con la naturalidad y el carisma que la caracterizan, Ana Martín se sinceró sobre su interés por explorar géneros musicales contemporáneos. La anécdota más llamativa de la conversación surgió al recordar la grabación de un comercial en Guadalajara. Según relató la actriz, al llegar al set, el equipo de producción ambientó el espacio con música de los años 60, un detalle que le resultó particularmente curioso. Fue entonces cuando Ana Martín tomó la iniciativa de solicitar un cambio de ritmo, pidiendo escuchar a los artistas del momento.
“Soy una abuelita roquera, me gusta Bad Bunny, me gusta Peso Pluma […] Fui a hacer un comercial y, ya ves que te ponen música, me empezaron a poner música de los 60’s y dije ¿qué onda? y les dije ‘Oigan, me pueden poner a Peso Pluma, o a Bad Bunny o a Ed Sheeran’ y hubo un silencio de todo el mundo”, compartió la actriz, generando sorpresa y simpatía en la audiencia.
Esta anécdota no solo revela un gusto musical inesperado en una figura de su trayectoria, sino que también subraya su espíritu joven y su deseo de mantenerse conectada con las tendencias actuales. Ana Martín explicó que su interés radica en apreciar el talento de las nuevas generaciones y disfrutar del dinamismo de la música contemporánea. “Me gusta el talento, me gustan los jóvenes, los disfruto, los gozo”, afirmó con entusiasmo.
Ana Martín es mucho más que una actriz; es un ícono de la cultura popular mexicana. Con una trayectoria que abarca casi seis décadas en cine, teatro y televisión, ha dejado una huella imborrable en el entretenimiento de su país. A sus 78 años, su vigencia es innegable, manteniéndose activa en redes sociales y cosechando admiración por su legado artístico. Su apertura a la música actual demuestra que su espíritu curioso y su conexión con el presente son tan vibrantes como su trayectoria profesional.
La revelación de Ana Martín no solo sorprende, sino que también humaniza aún más a esta figura querida, mostrando una faceta moderna y juvenil que resuena con audiencias de todas las edades. Su gusto por Bad Bunny y Peso Pluma es un recordatorio de que la curiosidad y el disfrute de lo nuevo no conocen de generaciones, y que incluso los íconos de antaño pueden encontrar inspiración y alegría en las expresiones artísticas del presente.