¿Corrido de Peso Pluma  contribuyó a la captura de El Piyi, jefe de sicarios de Los Chapitos? esto es lo que sabemos

¿Corrido de Peso Pluma  contribuyó a la captura de El Piyi, jefe de sicarios de Los Chapitos? esto es lo que sabemos

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viernes, 20 septiembre 2024
Espectáculos

El famoso cantante Peso Pluma, sin saberlo, jugó un papel clave en la captura de Mario Alexander “N”, conocido como El Piyi, jefe de sicarios de Iván Archivaldo Guzmán, líder de la facción de Los Chapitos del Cártel de Sinaloa. El operativo, llevado a cabo el pasado 19 de septiembre en Culiacán, Sinaloa, culminó con la detención de El Piyi, quien había mantenido un perfil bajo hasta ese momento.

La operación fue realizada por el Ejército Mexicano y la Guardia Nacional, en la cual participaron más de 25 camionetas blindadas, 50 agentes y un helicóptero Black Hawk. El Piyi fue arrestado en una residencia de la colonia Santa Fe, en la capital sinaloense.

De acuerdo con fuentes federales, El Piyi había logrado mantenerse en el anonimato por largo tiempo, evitando la exposición pública y siempre usando un pasamontañas para evitar ser identificado. Sin embargo, varios artistas famosos del género de corridos tumbados, entre ellos Peso Pluma, Larry Hernández, Tito Doble P y Grupo Arriesgado, le dedicaron canciones que comenzaron a desvelar detalles sobre su vida y sus actividades criminales.

Específicamente, Peso Pluma hace referencia a El Piyi en su canción “La People II”. En el video oficial del tema, aparecen varios hombres con pasamontañas negros, ocultando sus rostros, lo que aludía a los métodos de anonimato que utilizaba El Piyi para proteger su identidad. La letra menciona: “Al hijo del jefe salimos para defender. Hay que proceder en la defender. Saben que se pueden abrir esas rejas de acero. 27 y Piyi, cuídenme el terreno, a la familia y a los viejos”, palabras que hicieron alusión directa al entorno de Los Chapitos y sus sicarios.

Estas menciones y otras letras en diversos corridos sirvieron como pistas que permitieron a las autoridades federales conectar los detalles y la personalidad de El Piyi, lo que facilitó su identificación y posterior captura.

El Piyi, quien había ganado notoriedad tras su participación en los dos ‘culiacanazos’ —eventos en los que arrestaron a Ovidio Guzmán López, El Ratón—, tenía la tarea de proteger ciertas zonas estratégicas para el cártel, especialmente las rutas hacia Culiacán. Previamente, estuvo bajo el mando de El Nini, otro sicario de Los Chapitos.

Después de la captura de El Nini, El Piyi quedó a cargo de La Perris o El 27, Jorge Humberto Figueroa, jefe de sicarios de Los Chapitos. Desde entonces, su labor fue proteger las entradas clave de la capital sinaloense, defendiendo los territorios de los embates de El Mayito Flaco, hijo de Ismael El Mayo Zambada.

Los corridos dedicados a El Piyi también incluyen letras de otros artistas como Luis R. Conríquez y Tito Doble P. En estos temas, se exaltaban sus hazañas y el apoyo que brindaba a la familia Guzmán, contribuyendo, sin saberlo, a dar pistas a las autoridades sobre sus actividades.

En una de las canciones dedicadas a él, se escucha: “De jueves a jueves brindamos apoyo, no nos hacen ni cosquillas, soy El Piyi y ando pilas y ando pilas”, y paradójicamente, fue un jueves cuando finalmente fue capturado. Estas canciones, que glorificaban su vida criminal, fueron un factor clave para que las autoridades lograran ubicarlo.

Este caso no solo expone el impacto que tienen los corridos tumbados en la cultura del narcotráfico, sino también cómo el arte puede, aunque involuntariamente, revelar información que ayude a las autoridades en su lucha contra el crimen organizado. La detención de El Piyi marca un duro golpe para la estructura operativa de Los Chapitos y subraya el papel que los narcocorridos pueden jugar, no solo en la glorificación del crimen, sino también en la exposición de figuras clave del narco.

La captura de El Piyi es un recordatorio del poder que tiene la música en el contexto del narcotráfico, así como las implicaciones que pueden surgir cuando se mezclan la realidad y la ficción en las letras de canciones.

Sofia Gil

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