El impacto psicológico de la pandemia por COVID-19 ha dejado secuelas significativas entre la población adolescente, siendo las personas de entre 10 y 19 años quienes actualmente demandan más apoyo en salud mental, particularmente por cuadros de ansiedad y depresión.
El Centro de Atención Integral para la Salud del Adolescente (CAISA), perteneciente a los Servicios de Salud de Morelos (SSM), se ha consolidado como un espacio especializado en el cuidado integral de personas de este grupo etario, siendo la salud mental la principal demanda desde el confinamiento.
Rosalía Beatriz Valle Barajas, responsable de la Coordinación del Programa de Atención a la Salud de la Adolescencia, explicó que el modelo de atención del CAISA está diseñado exclusivamente para adolescentes, con consultas médicas, psicológicas, odontológicas, nutricionales y de orientación general en salud.
Según la norma oficial NOM-047, la atención está dirigida a adolescentes de entre 10 y 19 años, y aunque históricamente han acudido más mujeres, en el presente año se ha observado un aumento en la atención a varones. “Se ofrece una atención personalizada de entre 45 a 60 minutos, enfocada en todo el desarrollo del adolescente, tanto físico como emocional”, señaló.
A partir de la pandemia, el incremento en los casos relacionados con ansiedad y depresión obligó a reforzar los equipos multidisciplinarios. “No nos dábamos abasto. Tuvimos que sumar más psicólogos y aceptar pasantes para cubrir la alta demanda, sobre todo en psicología”, indicó Valle Barajas.
Señala que en el CAISA fijo, ubicado en Xochitepec, llegaron a trabajar hasta tres psicólogos de manera simultánea.
Actualmente, dijo, las atenciones se mantienen altas, con pacientes en espera, ya que el acompañamiento psicológico requiere continuidad. En promedio, las consultas se programan semanal o mensualmente y, si es necesario, se canaliza al paciente a psiquiatría.
Valle Barajas recordó que dentro de las atenciones a la salud mental, la ansiedad y la depresión son los principales motivos de atención, por ello, pidió a los padres de familia o tutores acudir al médico para la atención de la salud física, pero también la mental, ya que es lo que más está afectando a los adolescentes y jóvenes.
Además de los trastornos mentales, se identifican otros padecimientos como obesidad y diabetes, los cuales también son tratados por especialistas en nutrición. Sin embargo, Valle Barajas subraya que “la salud mental rebasa por mucho a la física en este grupo de edad. Estamos ante jóvenes que no se encuentran a sí mismos, y por eso el enfoque psicológico es prioritario”.
El CAISA ofrece un modelo empático y de calidad, que busca responder a las complejas necesidades de los adolescentes en una etapa crítica de su desarrollo, señaló la especialista.