El obispo de la Diócesis de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, convocó a la feligresía a mantener su alimento espiritual.
Antes de iniciar la misa dominical, desde la Catedral de Cuernavaca, monseñor Ramón Castro, informó que en toda América Latina inició una jornada de oración por Venezuela, ante los hechos de violencia y sociales que se están registrando en aquel país.
“Espero que esté día la palabra de Dios tenga eco en sus corazones, para que tengan el pan material y espiritual que todo ser humano necesita, por ello la invitación es a trabajar por el pan de la vida”, dijo durante su mensaje dominical.
Explicó que el llamado de Jesús es a trabajar por el alimento espiritual, que la gente descubre que hay hambres profundas, no solo la del estómago, sino el hambre de vivir intensamente, eternamente, no debe haber preocupación por hambres pasajeras.
“Hay necesidad de superación del ser humano en todos los sentidos, en el material, económico, afectivo, psicológico, espiritual. Como dice Jesús ‘no solo de pan vive el hombre’, no solo somos realidad material, también hay que alimentar el alma. La realidad espiritual del ser humano tiene que crecer, no se puede solo vivir en la realidad material”, comentó.
Consideró que el ser humano que trabaja solo para satisfacer lo material está construyendo su propia prisión, por eso, “hermanas y hermanos no trabajamos solo para construir nuestra propia cárcel, hay que superarnos en la realidad total y trabajar más en la espiritual porque es la más descuidado”.
Para fortalecer la dimensión espiritual, se necesita creer, recordó que Jesús dijo, ‘yo soy el pan bajado del cielo’, esto es lo que lleva a la vida eterna, por eso la invitación para nosotros, es a creer en él, a tener confianza en Cristo, él nunca va a defraudar.
Finalmente,aseguró que la palabra es el alimento y la eucaristía es lo que se necesita para saciar el hambre de justicia y de paz.