El Día del Niño es una de las festividades más alegres del año, para brindar un homenaje a los más pequeños y celebrar su imaginación, sin embargo, la parte divertida les toca solo a ellos.
Para los adultos, el Día del Niño es un recordatorio a exigir el cumplimiento de los derechos de todas las y los niños del mundo.
La ONU instauró este día para recordar que los niños son los que más sufren durante una crisis en el mundo.
Debido a la pandemia, los niños han tenido que aprender a través de monitores, sin poder socializar con sus compañeros y maestros, ocasionando una perdida de aprendizaje.
La educación es el mejor instrumento para la igualdad, aseguró la Directora Ejecutiva de UNICEF. “La desigualdad creciente en el acceso al aprendizaje se convertirá en el mayor factor de división”.
Son los niños y niñas que no aprenden a leer, escribir o resolver ejercicios básicos de matemáticas, quienes se convierten en el grupo más vulnerable y marginado de la sociedad, orillándolos a ser víctimas de explotación y pobreza extrema.
La educación no comprende solo el estudio, durante el período de la niñez el convivir y jugar junto con otros es un factor fundamental para que aprendan a socializar, manejar sus emociones y desarrollar el lenguaje.
Sin estos aprendizajes, las repercusiones a los pequeños llegarán a mediano y largo plazo, sobre todo, en la salud mental.
Con mucho miedo a salir, los niños ahora ven las áreas de juego como una zona de peligro.
Por ello en este Día del Niño, es preciso poner hincapié a ayudar a los menores a no sentirse aislados, con una soledad en donde los síntomas de ansiedad y depresión aumenten, en un trabajo conjunto donde el gobierno, tanto educadores y familiares nos comprometamos a brindarles protección, y pueden sentir la seguridad de salir a descubrir de este, su mundo.