“No dejen que la división entre a nuestra iglesia”, dijo el obispo de la Diócesis de Cuernavaca, Ramón Castro Castro durante su homilía dominical.
Ayer, durante la misa de mediodía, el jerarca católico se dirigió a la feligresía que domingo a domingo se da cita en la Catedral de Cuernavaca, para recordarles que toda aquella persona que lucha por la verdad, por la justicia o por el bien, está luchando por Dios, sin embargo, también existe el egoísmo individual y de grupo, “hay temor a la competencia, vemos al otro como un competidor, quizás porque daños nuestros intereses, y ahí se descubre un egoísmo, por eso recordemos que una persona egoísta es víctima de la envidia.
“Hay que ser tolerantes y magnánimos, según la experiencia de la iglesia, no son pocos los grupos o las asociaciones que se detentan poseedores de la verdad, según sus propias convicciones, presumen ser los únicos poseedores de la verdad, es algo que por desagracia en este tiempo se está presentando, hay muchas personas qué creen tener toda la verdad”, dijo.
Llamó a los católicos a no permitir que la división entre a la Iglesia, “la unidad viene de Dios, la división viene del diablo, es clarísimo y el Papa ha insistido mucho, se están creando grupos para dividir, por ello, ahora debemos tener obediencia a Cristo a través del Papa y del obispo”.
Finalmente, Castro Castro aseguró que el bien y el mal, la verdad y el error, tienen fronteras concretas y ese límite determina nuestro destino, por ello Dios existe tolerancia en favor del bien, pero advierte intransigencia ante el mal.
