El cierre del 2020 en la administración pública estatal y municipal se anuncia complicado no sólo por la crisis económica que trajo consigo la pandemia por el COVID-19, sino porque los gobiernos en turno siguen arrastrando las deudas que heredaron de administraciones anteriores.
De lo anterior da cuenta el Gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo, en la iniciativa de la Ley de Presupuesto de Egresos para el ejercicio fiscal 2021 que remitió al Congreso el 1 de octubre, en la que expone a los diputados el complejo escenario económico global, nacional y estatal.
“La situación actual por la que atraviesa nuestro Estado es más complicada de lo que pudo haberse previsto a finales de 2019”, advierte, y precisa que el brote y la evolución del SARS-CoV2 contribuyeron de forma determinante en una desaceleración de la economía, que ya de por sí estaba en marcha.
En ese contexto, el mandatario anticipa que para 2021 continuará la política de austeridad a la que obligó la emergencia sanitaria con una reducción al presupuesto del Poder Ejecutivo de más de 400 millones de pesos, y la necesidad de recurrir al refinanciamiento para hacer frente al pago del pasivo por una deuda bancaria heredada por 6 mil 610 millones de pesos, al corte del tercer trimestre del año en curso.
A la deuda bancaria del Gobierno estatal se añade el pasivo por créditos bancarios que contrataron gobiernos municipales anteriores, con un saldo a junio de 2020 de 792.5 millones de pesos en general.
De acuerdo con el Registro Público Único de Financiamientos y Obligaciones Bancarias, de la Secretaría de Hacienda, Cuernavaca, Cuautla, Jiutepec y Puente de Ixtla siguen siendo las entidades municipales más endeudadas.
Los alcaldes se dolieron este año de la reducción de las participaciones federales por la caída de la recaudación a nivel nacional, y porque algunas entidades como Puente de Ixtla, no han podido liquidar el pasivo por laudos y proveedores.
En marzo de 2020, el alcalde Mario Ocampo de Puente de Ixtla declaró que la deuda del municipio era por 300 millones de pesos, entre bancos, laudos y proveedores; mientras que los presidentes de Jiutepec y Cuernavaca, Rafael Reyes y Antonio Villalobos anunciaron recientemente la necesidad de reducir las nóminas para poder hacer frente al cierre de año.
Al 31 de octubre, el Congreso anunció que todos los alcaldes cumplieron con la entrega de sus iniciativas de ley de ingresos para el próximo año y con ello, el inicio también del cabildeo con los diputados para lograr su aprobación.
El año pasado, esa negociación no terminó bien, pues los alcaldes solicitaron ajustes en algunos conceptos tributarios para compensar la eliminación del Impuesto Adicional, que no les fueron autorizados por los legisladores.
Ahora, la negociación incluye nuevamente la petición del aumento del porcentaje de las participaciones federales de 20 a 25 por ciento, y el ofrecimiento por anticipado del Poder Ejecutivo de compensarlos con la distribución de los recursos de dos fondos adicionales, en el porcentaje vigente de 20 por ciento.
