La ola de extorsiones que enfrenta el sector de la construcción ha obligado a modificar sus patrones de conducta como medida preventiva, pero este problema es solo uno de los que agobian a los empresarios del ramo en Morelos, señaló el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Eduardo Núñez Iragorri.
El representante refirió que un número importante de los constructores que sobreviven han recibido llamadas telefónicas de extorsión.
La mayoría ha esquivado el intento de los defraudadores, pero algunos incluso han tenido que modificar sus rutas de traslado y de trabajo de escritorio para evitar el acoso, explicó Núñez Iragorri, sobre el ambiente de inseguridad.
Dijo que las personas al otro lado del teléfono se identifican como integrantes de algún cartel delictivo, o se hacen pasar por supuestos funcionarios de gobierno que llaman para ofrecer alguna obra.
En los casos en los que el acoso ha sobrepasado las llamadas, el presidente de la CMIC dijo que se han presentado denuncias ante el Ministerio Público.
Agregó que este problema es uno de los que enfrenta el gremio de la construcción actualmente en la entidad, pues a pesar de los esfuerzos, no han logrado recuperar el valor económico que tuvo hasta antes de 2018.
Refirió que, ante la falta de obra pública, muchas empresas han emigrado a otros estados, otras sobreviven con pequeñas obras privadas y, en el peor de los casos, otras han vendido sus activos y se han dado de baja.
Esta merma se refleja en el padrón de afiliados de la CMIC, el cual ha disminuido 20%, igual que sus ingresos, pues las cuotas que recibe son proporcionales a los ingresos de las empresas afiliadas.
El más reciente Indicador de las Empresas Constructoras del INEGI indicó que el valor de la producción de la construcción en Morelos durante el primer trimestre de 2023 fue de 0.5%, similar al de Zacatecas y Campeche, solo superior al de Tlaxcala 3%, mientras que el valor más alto fue el de Nuevo León y Ciudad de México, con 12.3% y 7.0%, respectivamente.