México es un país reconocido por la riqueza de sus tradiciones y costumbres. Con la temporada de fiestas más esperadas del año a la vuelta de la esquina, Diario de Morelos explora una de las tradiciones que embellecen nuestro estado. ¿Qué serían nuestras celebraciones sin el característico papel picado? Conny Trejo, quien ha dedicado 12 años a preservar esta tradición, nos habla sobre su trabajo en la Casa de Cultura de Ocotepec y sus talleres en línea que han llegado hasta Estados Unidos.
Su labor busca llevar esta costumbre más allá de nuestras fronteras. Conny nos cuenta que su interés por el papel picado nació gracias a una tía que le enseñó a decorar altares. Motivada por esta enseñanza, Conny decidió mantener viva la tradición y compartirla con un público más amplio. “Llevo 12 años impartiendo talleres para que nuestras tradiciones no se pierdan y Ocotepec continúe preservando el arte y la cultura local”, señala.
Las herramientas tradicionales para realizar los cortes incluyen cinceles de diversos tamaños. Hoy en día, también se utilizan tijeras, cortadores y perforadoras, que son accesibles pero no sustituyen el verdadero valor de la imaginación y la capacidad para transmitir mensajes a través de cada pieza. Los adornos pueden incluir nombres, apodos, distintivos y formas variadas, como catrinas, animales y flores. Los talleres de Conny suelen reunir hasta 50 alumnos, quienes cada año se encargan de decorar las fiestas locales, especialmente el Día de Muertos.
Estos grupos preparan las decoraciones con meses de anticipación, abarcando desde el papel picado hasta flores, cadenas de colores y otros elementos decorativos. Sus creaciones han sido reconocidas en concursos nacionales.
Uno de los principales objetivos de Conny Trejo es preservar nuestras tradiciones a través de talleres dirigidos a personas de todas las edades y localidades. Además, ofrece su enseñanza a personas con discapacidad, visitándolas en sus hogares para enseñarles esta habilidad y proporcionarles una nueva forma de sustento económico.
