El obispo de la Diócesis de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, convocó a la feligresía a realizar actos de reparación, a través de la oración, luego de la ‘ofensa’ a la Iglesia Católica que se realizó con la parodia de la Última Cena durante la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París.
Durante la misa dominical de mediodía, desde la Catedral de Cuernavaca, monseñor Ramón Castro, secretario de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), lamentó la parodia sacrílega durante la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos que se desarrollan en París, Francia; “que ofende a todo cristiano, o al menos a la mayoría”.
En una ceremonia que debe ser diversa e inclusiva en un contexto universal como las olimpiadas, es lamentable que se haya intentado ridiculizar a una religión como la Católica.
“Vimos la parodia de la Última Cena, en la que se puso un toro como símbolo del demonio y salió el jinete del apocalipsis para señalar el fin del catolicismo. Hermanos ¿Cómo tomar esto? Ciertamente disgusta porque nos han ofendido profundamente”, dijo.
El obispo y secretario general de la CEM invitó a la feligresía a realizar actos de reparación a través de la oración; principalmente leer el capítulo 6 del Evangelio de San Juan con mucho detenimiento, para valorar la Eucarística y visitar al Santísimo para hacer oración.
“Trato de entender esta situación con la paz que se debe tomar porque al fin y al cabo la victoria definitiva ya está hecha, en la que Cristo venció a la muerte y todos los sabemos”, dijo.
Tras estos hechos obispos alrededor del mundo han mostrado su inconformidad y repudio, lo que orilló a los organizadores de los Juegos Olímpicos de París 2024 a ofrecer una disculpa con los grupos cristianos y católicos.