El reconocimiento facial funciona de la siguiente manera: se toman una serie de puntos de la cara, mediante cámaras instaladas en el lector, y se crea una plantilla biométrica que se almacena ligada a la información de una persona. Puede usarse para identificar a una persona en una base de datos. Cuando esta persona se pone nuevamente delante del lector de reconocimiento facial, el dispositivo vuelve a leer su cara y compara los puntos con los datos que tiene almacenados...