En el Día Internacional del Escultor, la artista afromorelense Flor Molina compartió para Diario de Morelos parte de su trabajo como escultora y el mensaje de lucha por el reconocimiento de los pueblos afrodescendientes que refleja en cada una de sus obras.
“Mis piezas reivindican mis raíces, nuestras raíces afrodescendientes y también defiendo el derecho de los afrodescendientes, buscamos el reconocimiento ante la sociedad y en cada una de mis obras está esa lucha”, explicó la artista.
Rasgos afrodescendientes, como la nariz y la boca; así como sirenas, peces, caracoles, estrellas y diversos elementos que representan la vida en el mar son parte de las características que conforman el estilo la obra de Flor Molina, la cual es una narrativa de las situaciones e injusticias que han vivido los pueblos ‘afro’ a lo largo de los años.
“Para mis ancestras el mar era la esperanza porque a ellos los trasladaban en barcos, iban a la fuerza como esclavos, y el mar era la esperanza en el contexto de que veían peces y deseaban convertirse en peces y obtener su libertad. Los animales del mar eran la esperanza porque los veían y se querían convertir en ellos y también en sirenas”, relató la artista con mucha nostalgia.
Además, la palabra libertad se repite y se refleja en diversas de sus obras, ya que expresó que algunas de sus piezas representan el proceso de libertad de algunos esclavos, “porque cuando les dijeron que era libres, no se sintieron con brazos sino con alas”.
La trayectoria de Flor Molina inició en el año 2009, cuando se dio a conocer como escultora, pero anteriormente ya había tenido una larga carrera de 18 años aprendiendo el arte de la escultura, como es el barro de alta temperatura, resina y bronce.
Además, desde muy niña fue influenciada por su madre, ya que en sus primeros años, en la Costa Chica de Guerrero, hacía ollas y comales de barro, pues en el pueblo donde vivía fabrican sus ollas y comales para sus tortillas y alimentos.
“Homenaje a mi madre” es de las obras más simbólica para esta artista, ya que considera que su mamá fue la pauta para hacer todo esto que hoy en día está realizando: la lucha por los derechos de los pueblos afrodescendientes desde el activismo y desde la escultura.