“Dios le manda una bendición a su familia. Su fe será recompensada. Ya no sufra”, le dijeron Jairo ‘N’ en aquellos momentos que estaba emocionalmente más frágil.
Él se había dedicado por muchos años a las ventas en tianguis ambulantes y no sabía nada de la iglesia cristiana ‘La Vid’ de Cuautla, ni de los pastores que un día llegaron a él.
¿Quién lo puso a modo? No lo sabe, pero en ese momento sintió que Vicente y Evelia, luego conocida como “Bella”, le endulzaron el oído con la promesa de cambiar su vida llena de sufrimientos.
Cuando Jairo le dijo a los pastores que tenías muchos gastos y era difícil mantener a su hijo en la universidad, éstos le propusieron que en lugar de gastar, sacara a su vástago de la escuela y le conseguirían una plaza de trabajo en la Secretaría de Educación Pública.
Jairo dudó un poco, pero pronto lo convencieron diciéndole que había muchos jóvenes se habían titulado de médicos, ingenieros o contadores, pero a falta de trabajo andaban manejando un taxi o vendiendo tacos.
La trampa surtió efecto, Jairo sacó a su hijo de la universidad y cayó en el engaño de que era urgente entregar el ‘enganche’ para que un tal Roberto se encargara de hacer las gestiones para la plaza.
El señor Roberto llegaba en una camioneta lujosa y presumía tener los contactos para conseguir plazas de gobierno donde quisiera, pero necesitaba dinero para asegurar la plaza de trabajo.
Y le aplicaron a Jairo dos de las técnicas comerciales, la de la compra de impulso y la de la escasez: si no se comprometía rápido se perdería la oportunidad y ya solo quedaban una o dos plazas.
Empezó entregando el ‘enganche’ y terminó por vender su terreno que tenía, su hijo tuvo que irse a Estados Unidos de mojado para buscar un trabajo y Jairo sigue el duro trabajo de la venta en tianguis.
Del fraude que fue víctima, Jairo identifica a Vicente, ‘Bella’, Lesem y Roberto, a los que vio más de una vez en una casa de Lomas de Cocoyoc.
El caso está en manos de los agentes de investigación criminal de la Fiscalía de Morelos.
Exclusivo. Presuntamente en esta zona viven los pastores de la iglesia ‘La Vid’.
