Por las jornadas laborales y los pendientes acumulados en nuestros días, el estrés nos acompaña la mayor parte del tiempo.
Lo que provoca en nuestro entorno es un desequilibrios físico y mental que nos bloquea para buscar posibles soluciones.
Pero el estrés también tiene un lado positivo, al final es un mecanismo de defensa de nuestro cuerpo que alerta ante posibles situaciones.
Aprender a manejarlo y mantenerlo en índices bajos nos podría dar herramientas eficaces para ocuparlo a nuestro favor.
Todos los estados de ánimo que presentamos día con día pueden tener un lado positivo si los aprendemos a gestionar.
Un trabajo psicológico puede ayudarte a tener autocontrol y ser conciente de tus procesos para gestionarlos y sacar lo mejor de tu actitud.